viernes, 31 de marzo de 2017

El Heraldo de Madrid - 29/03/1933, pág 6

Morano abandonó muy Joven la casa paterna y se enroló en una compañía que iba a América, contratado como segundo apunte. Dos meses después de esta escapada, decisiva en el curso de .su vida, y como cayera enfermo el galán del elenco, el muchacho se ofreció, audaz, a sustituirle: «Yo soy capaz de hacer su papel—dijo al director de la compañía—; no sólo por razón de mi oficio de traspunte; también por mi afición de actor me lo sé de memoria.» Desde entonces hasta el viernes de la semana pasada—último día que pisó un escenario, en Tarrasa, al frente de su compañía—D. Francisco Morano había trabajado siempre en primera línea como figura principal, no ya exclusivamente de, las compañías en que estuvo contratado —Lara, Comedia, María Tubau, Carmen Cobeña, etc.—, que encabezó con su nombre y dirigió_ con su enérgico talento, sino también de la escena total española. Morano ha constituido hasta ayer mismo, con Enrique Borras, y ambos, con Ricardo Calvo y Emilio Thuillier, el bloque culminante de nuestros primeros actores dramáticos, sin que nadie osara disputarle ese lugar que por derecho propio todos le reconocían en el teatro de nuestro tiempo.

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