domingo, 27 de mayo de 2018

La Voz (Madrid). 11/2/1935, página 2.


Un discurso del Sr. Cambó

BARCELONA 11 (11 m.).  — Ayer, en Tarrasa, con motivo de la inauguración del local de la Juventud Escolar de Lliga Catalana, se celebró un acto en el que, después de hablar varios representantes de la Lliga, el Sr. Cambó pronunció un largo discurso.

Dijo que vivimos bajo una constelación revolucionaria aun sin cerrar y que el país se halla bajo un régimen de anestesia. Agregó que ya en el Palau de la Música Catalana anunció que, si el movimiento que proyectaban los socialistas llegaba a estallar, la Lliga estaría al lado del Poder, fuese quien fuese quien lo ocupase.

—Cumplimos la promesa de estar al lado del Poder, y por eso tenemos derecho a pedirle cuentas y a preguntarte: ¿Qué has hecho de la confianza que te dimos?

Dice que cuando viene un estallido revolucionario, el Gobierno tiene que reprimir la subversión violenta, y después de la represión deba actuar la política, encaminada a impedir que una nueva subversión se vuelva a producir.

—Han pagado cuatro meses, y desgraciadamente la tranquilidad no ha vuelto a los espíritus.

Ante el problema de Cataluña, ¿cuál fue la actuación del Gobierno? La más lamentable. El jefe del Gobierno, que ha de conservar: el máximo prestigio, proclamó en el Parlamento que mantendría íntegramente el Estatuto de Cataluña y que no consentiría nunca que fuese revisado sino por el camino de la ley constitucional. A las veinticuatro horas de esta declaración, ante una coacción, que un gobernante no ha de admitir nunca si quiere mantener su prestigio, obligaba a los hombres de su partido a que presentarán enmiendas que destruían las promesas del día antes.

El jefe de la Ceda, días antes, no oponía más que una enmienda al proyecto del Estatuto, esto es, que el acuerdo de convocatoria de elecciones en Cataluña lo tomara el Parlamento en vez del Gobierno.

Unos días después, por el peligro de que partidos enemigos suyos le hicieran una campaña por falta de celo patriótico, creía servir a su partido y a su prestigio faltando a las propias convicciones, a la palabra dada, y agraviando a Cataluña, porque la. modificación que se exigía de la ley venia a significar una declaración de incapacidad para todo el pueblo catalán, que había estado ausente de los hechos del 6 de octubre.

Después se refiere el Sr. Cambó a. la solución de la crisis, y dice:

—No hay derecho, cuando el país está en peligro, a tener a España esperando cuatro semanas para llegar al resultado de que los que habían promovido la crisis carecían de razón para provocarla y les faltaba energía para exigir la solución que les dictara su conciencia.

Muchos espíritus simplistas quizá crean que una dictadura militar puede ser una solución para mantener la paz en España ante el malestar existente. La paz mantenida por las bayonetas quiere decir que no hay confianza, en la paz mantenida por un impulso patriótico. Sostener la vicia por medio de inyecciones a un enfermo quiere decir que se desconfía que el corazón y las arterias puedan, funcionar con la normalidad que asegura la vida. (Grandes aplausos.)

Se está creando, por deficiencias del Gobierno, un ambiente parecido al del año 1923. Es preciso que todos recordemos lo que costó la liquidación de la Dictadura. Si se implantara otra, la liquidación seria cien veces más cara.

Luego, refiriéndose al viaje a Barcelona del Sr. Gil Robles, dice:

—Me causa tristeza que vengan hombres, que tienen un perfecto derecho a ello, a Cataluña a contemplar el espectáculo, vergonzoso para nosotros, de catalanes que en estos momentos de tristeza de Cataluña no piensan más que en rebajarse ante aquellos que creen que les pueden dar un acta, que les pueden dar una credencial, que les pueden satisfacer una vanidad de cualquier clase. (Gran ovación.)

Yo encuentro doloroso que existan hombres, cuya honestidad yo proclamo, que no experimenten la vergüenza de la falta de honestidad política de los que los llaman. No hay derecho a aprovechar la locura de la Esquerra del 6 de octubre, para venir aquí a proclamar la Incapacidad de Cataluña y para que se quiera manchar al catalanismo con una nota de infamia. En momentos de alegría, todos son bien recibidos en una casa; en momentos de pena y de dolor, que son los actuales para Cataluña, los que no son de la familia han de procurar no perturbar los dolores íntimos de esta casa. (Gran ovación. El público, puesto en pie, vitorea.)

¿Es que cree el Sr. Gil Robles que es obra de mayor patriotismo abandonar los intereses materiales de las provincias en las que no se puede vivir y han de emigrar, que actuar como actúan los catalanistas, cuidando nuestra riqueza por que haya el mayor bienestar y a la vez sea posible remediar la miseria de los habitantes de aquellas provincias cuyos dirigentes las tienen totalmente abandonadas?

Habla después de las naciones hispánicas.

Habla luego de las naciones acerca de si se llevará a cabo una solidaridad en Cataluña entre la Esquerra y la Lliga, y dice:

—No se hagan nuestros enemigos esta dulce ilusión. La Esquerra hará su camino; nosotros, el nuestro. Y desearemos que la Esquerra y la Lliga y todos los demás partidos catalanes puedan coincidir en todo lo que signifiquen intereses espirituales y materiales de Cataluña.

El Sr. Cambó fue muy aplaudido.

(Febus.)


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