viernes, 20 de octubre de 2017

El Diluvio, Edición del miércoles, 11 de abril 1934, página 17

Durante las primeras horas de la tarde del sábado pasado llegó a conocimiento de las autoridades que unos sujetos de manera clandestina introducían algo en esta localidad, que bien pudieran ser materias explosivas procedentes del robo cometido días atrás en un polvorín de las proximidades de Olesa. La guardia civil tomó ciertas precauciones a la carretera que de dicha villa se dirige a esta ciudad Vallesana. Al caer de la tarde los guardias encontraron a dos individuos, ya conocidos dándoles el alto, logrando uno de ellos escabullirse por entre unos carros que en aquel momento cruzaban la carretera, internándose en el bosque sin que pudiera ser detenido a pesar de los esfuerzos realizados.

Trasladado el detenido a esta fue sometido a interrogatorio, el resultado del cual se guarda severísimamente.

Se tiene la impresión de que detrás y a corta distancia del detenido iban los que llevaban la carga objeto del delito, pues fueron vistos en el curso de la carretera y, según nuestros informes, otros dos, lo cual quiere decir que el detenido y el que logró escapar bien pudiera ser que formasen la vanguardia del grupo.

El detenido – siempre según nuestros informes – traía los zapatos completamente llenos de barro arcilloso, del cual se desprende que pudo haber atravesado alguna viña, que con las lluvias de estos días se encuentran algo encharcadas.

Como ya hemos dicho, se guarda absoluta reserva acerca de las declaraciones prestadas, como así también de ciertas investgaciones, pero se tiene la convicción de que puede muy bien ser descubierta la madriguera de las bombas que días atrás llenaron de terror toda la localidad.

Dícese que dentro de poco actuará en el teatro Principal egarense la compañía López-Heredia.


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