martes, 12 de diciembre de 2017

La Tierra (Madrid). 26/6/1934, página 4.

Una visión clara

Entre todos los comentarios sobre la cuestión agraria catalana resalta, por su objetividad y conocimiento del tema, un artículo de Federico Urales publicado en “La Revista Blanca” del 22 de junio. Dice Erales: “Así como el antiguo propietario se fue a la ciudad a ejercer una industria o una carrera, o a vivir sin trabajar mientras otros labraban sus tierras, en este momento el actual arrendatario de la tierra se ha convertido en negociante, y se va a Reus, Valls, Vendrell, Villafranca, Igualada, Tarrasa, Lérida, Figueras, Gerona o Barcelona a negociar, mientras otros trabajan la tierra. que ellos llevan a partir o en arrendamiento.” Y añade el articulista muy juntamente: “Esto es la verdad, y lo demás, política.” O lo que es igual: histrionismo.

Hay un litigio entre la política dominante en Cataluña y la política dominante en el Tribunal de Garantías; O sea, entre Companys, Azaña y los socialistas contra Cambó y sus afines. Política, nada más que política. Esta se distingue por desarrollarse a puerta cerrada. Se da el caso extraordinario de que por los periódicos oficiosos—lo son todos ahora en Cataluña— no se conque saber más que el número de alegres visitas de desocupados que acuden a la Generalidad y el tiempo que hace. Pero se sabe todo lo gordo que no pasará; todo lo gordo, que se propaga cuchicheando espumas para ocultar los términos reales del problema. El que se fija en la espuma contribuye a enturbiar las cosas, que son claras, pero están sacrificadas a la medida.


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