La Vanguardia, Edición del martes, 16 mayo 1933, página 20

ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS PUPILOS DE LA ESCUELA PÍA DE TARRASA

Conforme estaba anunciado el pasado domingo se celebró la fiesta que desde hace diez años vienen celebrando les antiguos pupilos de la Escuela Pía de Tarrasa.

Los actos se desarrollaron tal como se había previsto, viéndose muy concurrida la Santa. Misa que los asistentes oyeron con fervor, por el eterno descanso de los compañeros fallecidos.

Seguidamente se hizo una visita colectiva al local de la Agrupación de ex-alumnos de la Escuela Pia, en cuyo local el presidente de. dicha Agrupación señor Pons; con suma amabilidad, mostró las diversas, dependencias. del mismo cuya suntuosidad mereció calurosos elogios de los visitantes.

Después, en número de más de cuarenta, se trasladaron a. un hotel, donde, se sirvió un espléndido banquete presidiendo el que había sido Director del pupilaje R. P. Roger y los presidentes de las dos asociaciones señores Pons y Font.

Al final leyó una breve reseña el secretarlo de la Asociación señor Comas. poniendo de manifiesto la labor realizada durante el pasado año, leyendo también las adhesiones por cierto muy númerosas y expresivas y agradeciendo  sinceramente la presencia de señores venidos exprofeso de Valencia y Baleares.

Hizo uso de la palabra, seguidamente el P. Roger, el cual al levantarse fue acogido con una salva de aplausos. Con palabra fácil y elocuente glosó el concepto de la familia cristiana como célula integrante de la sociedad enalteciendo sus virtudes en párrafos brillantes que arrancaron de los congregados merecidos aplausos en diversas ocasiones finalizando con las palabras del poeta: «Nos pueden despojar de cuanto quisieran, pero no del alma, cristiana, pues el alma es nuestra». Estas últimas palabras fueron objeto de una ovación que duró largo rato.

Acto seguido se levantó el señor Pons que después de agradecer a los comensales la atención para el tenido, ofreció el local de la Agrupación para la celebración de los actos que tengan a bien organizar los antiguos pupilos, a lo cual, y recogiendo esta gentileza, contestó el señor Masifern, lanzando la idea de que no sea limitada la vida de la Asociación a un acto anual, pudiendo hacer organizaciones culturales para el mejor contacto con todos los pupilos. Ambos fueron aplaudidos. Y con el acuerdo de tener de hoy en adelante como local social el de esta Agrupación (Cortes, 633) se dio por terminada esta simpática fiesta que tan gratos recuerdos evoca de los años de mocedad.

—A. C.