jueves, 27 de abril de 2017

La Vanguardia, Edición del martes, 20 junio 1933, página 7

Mitin rabassaire en Tarrasa

El domingo tuvo efecto en la Casa del Pueblo, de Tarrasa, el anunciado mitin organizado por la Unió de Rabassaires de Catalunya.

Al acto asistieron nutridas representaciones de las, asociaciones rabassaires de todas las pobiaciones de la comarca del Valles.

A las once en punto de la mañana abrió la asamblea don Enrique Torres, presidente del Sindicato, de la Unió de Rabassaires de Tarrasa, quien explicó el objeto del acto, que era el de fijar posiciones y dar orientaciones ante la inminente aprobación de la ley sobre ios conflictos derivados de los contratos de cultivo.

A continuación habló don Ramón Mas, representante del Comité Central de la Unió de Rabassaires, quien, después de referirse a la situación del Campo antes de la proclamación de la República, dijo que había llegado el momento de que se impusiese la razón del hombre que trabaja el campo, que es la razón del pueblo, por, encima de la opresión y ia desigualdad social.

Después dirigió la palabra al auditorio el diputado al Parlamento catalán, don Martín Rouret, quien dijo, que el acto que se celebraba probaba que Esquerra Republicana tiene por principio ineludible de su actuación el cumplimiento de la palabra dada.

 Agregó que el día 14 de abril eí.pueblo hubiera podido solucionar de una manera contundente el problema, y que, dando una muestra de responsabilidad y de sentido democrático, se prescindió de la revuelta sangrienta para ir a la solución por el camino de la ley y de la normalidad, pero, dijo, que hay que tener bien presente que si los enemigos de las reformas que se están llevando a cabo intentasen perturbar el curso ascendente de la República, llevando el desorden al campo, los rabassaires sabrían hacer lo que precisase.

Después habió el presidente de la Comisión Agraria en el Parlamento de Cataluña, don Manuel Gales, explicando el alcance de las dos leyes agrarias que se propone estructurar el Parlamento catalán: la ley dicha de solución de los conflictos derivados por los contratos de cultivos, y la ley «grande», o sea la definitiva. La primera significa la ratificación, de la actuación de los rabassaires para salir de una situación injusta y vergonzante, y constituyó la obra más revolucionaria que se ha realizado desde la proclamación de la República.

Se refirió también a la constitución y misión de los tribunales o comisiones arbitrales que habrán de crearse para solucionar todas las cuestiones del campo, señalando la conveniencia de que los rabassaires pongan toda su atención en la designación de sus representantes en estas comisiones, puesto que ellas habrán de elegir su presidente.

Finalmente hizo uso de la palabra el diputado a Cortes y miembro directivo de la Unión de Rabassaires de Catalunya, don Amadeo Aragay, quien celebró que los, rabassaires hagan sentir su voz, reclamando la solución de los problemas que les afectan, puesto que no es suficiente que exista un sentido de justicia, sino que es preciso demostrar que'existe también el propósito de que aquel sentido se convierta en realizaciones prácticas y eficientes por el bienestar del pueblo.

Afirmó que lo que se va a hacer no es crear nuevos propietarios de la tierra, sino un nuevo sistema de la propiedad, un nuevo derecho de trabajo y. de gozar de los beneficios de éste.

Después el señor Aragay dijo que al enarbolar la bandera catalana era preciso hacerlo con el máximo sentido de justicia social y que los rabassaires no deben dar su adhesión incondicional a ningún partido, por el contrario, una adhesión condicionada al cumplimiento de los principios democráticos y sociales. Terminó diciendo que la Unió de Rabassaires se mantendrá al lado de la Esuerra Republicana, mientras este partido cumpla con los compromisos contraídos con el pueblo.

Todos los oradores fueron muy aplaudidos.


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