Conferencia de don Víctor Pradera
En el teatro Principal
tuvo efecto ayer por la mañana la anunciada conferencia del vocal del Tribunal
de Garantías, don Víctor Pradera sobre el tema: «La verdadera Cataluña». El
acto fue organizado por el Bloque Nacional de Derechas de Tarrasa.
El local se vio lleno a
rebosar, figurando entre la concurrencia numerosas señoras.
Don Alfonso Sala hizo
la presentación del orador y explicó el alcance del acto. Seguidamente se
levantó a hablar don Víctor Pradera cuya presencia fue acogida con calurosos
aplausos por los concurrentes, puestos en pie.
Acalladas las muestras
de entusiasmo, el conferenciante, después de agradecer las palabras de afecto
que le ha dedicado el señor Sala, dice que no se le oculta la indiscreción que
representa su intervención en la actuación política de una región, pero lo hago
— añade — en la creencia de que defiendo intereses que nos son comunes a todos
los españoles. Refuta las palabras del señor Cambó de que los no catalanes
vienen a Cataluña, al efectuar sus propagandas políticas, en plan de
colonizadores y estima que el señor Cambó carece de autoridad para decirlo
porque su partido ha intervenido, interviene y quiere intervenir en la política
española.
El conferenciante
relata que hace años, en ocasión en que el señor Cambó se encontraba en
Vasconia efectuando una campaña de propaganda regionalista, éste no encontró
otra barrera que una invitación del orador a una controversia que el líder
catalanista no aceptó. Ahora no tiene más derecho — agrega — que el de pasarme
una invitación igual. Él ha reconocido la existencia de una realidad hispánica
y de una solidaridad entre Cataluña y el resto de España. Por esto yo puedo
hablar de cosas generales de España y de Cataluña en relación con el resto de
la madre patria, siempre dentro del respeto que merecen todas las políticas y
todas las ideas. (Aplausos.)
El señor Pradera pasa
después a analizar históricamente Cataluña y España. Hace una apología de lo
que representa la región y se refiere a los hechos históricos como supremo
distintivo de los pueblos. Es en el conjunto de aquéllos donde se plasma la
característica peculiar que informa su tradición. Ya en la época de la
dominación romana — prosigue diciendo el conferenciante — Cataluña tenía una
personalidad, pero conjunta a la unidad Ibérica, por lo que siempre ésta región
ha marchado unida a las demás.
El disertante se
extiende en disquisiciones históricas, a través de diversos períodos, para
demostrar que Cataluña ha querido ser siempre española. Recuerda que los
«usatges» de Berenguer el Grande fueron tomados de la ley española y que la
familia de los Berenguer era, además, marqueses de España. Se refiere después a
la Federación Catalano-Aragonesa, afirmando que dicha unión no podía romperse,
como se demuestra en el hecho de que en los momentos históricos decisivos se encontraron
luchando juntos Castilla, Aragón y Cataluña. Con este motivo entona un canto a
la unión de los pueblos hispánicos, que es subrayado por el público con una
fuerte ovación.
Señala que, a su
juicio, hay dos fechas que causan indignación a los escritores nacionalistas
catalanes y vascos. Son éstas: el 1.700 y el 1.703. Dice que Cataluña se
levantó al grito de viva el Rey y muera el Gobierno, y que después del; 1.700,
Cataluña no defendió al príncipe francés, sino que combatió al lado del
príncipe de Austria. lo que significaba que el afecto de Cataluña era para los
pueblos de aquende el Pirineo. Recuerda luego que la oferta de la Convención
francesa fue rechazada por Cataluña
No obstante, debemos
reconocer — sigue diciendo — que este hombre que tantas equivocaciones ha
tenido en la política española, tuvo razón al declarar que la unión de España
era un hecho definitivo. No como patriota ni como catalán, sino con la Trinidad
de un contable de una casa de comercio afirmaba que Cataluña no podía ser independiente,
que había de ser española o francesa, y que, por lo tanto, había de ser una
Cataluña española.
Pregunta si Cataluña
puede ser independiente porque ha de ser nación, y afirma que esto se ha dicho
para crear un equívoco que se aprovechó con fines políticos.
Habla luego de la
formación de la familia y de la transformación de ésta en municipio, regiones y
nación, para hablar después de lo que es la nación española, agregando que, si
Cataluña, Aragón y Navarra fueron independientes, también lo fueron la región,
el municipio y la familia, diciendo que, si volviésemos al origen de la
constitución de la sociedad, Cataluña carecería de personalidad.
Se refiere a
continuación al idioma, afirmando que el castellano es un idioma catalán porque
nació en Cataluña al mismo tiempo que en Vasconia y dice que la última región
española en la que los reyes obligaron a sus vasallos a hablar el castellano
fue Castilla. Se ocupa de la unidad castellano aragonesa al final del siglo XV
y dice que el primer documento escrito en castellano antes de que los reyes lo
impusieran a sus súbditos fue redactado por don Jaime el Conquistador. Da
lectura a dicho documento en el lenguaje original que lleva fecha de febrero de
1231. Esto es — agrega — una afirmación de que el sentimiento regional empujaba
a unas regiones hacia las otras.
Los que dicen — añade —
que Castilla ha querido imponer su idioma a Cataluña están equivocados.
Cataluña tiene la gloria de haber dado a España su bandera y su idioma y por
esto Cataluña no puede separarse de España. La lengua no es una marca de
esclavo. Si así fuese, ¿qué se diría de la lengua latina? La lengua es un
beneficio, y así lo estimaba Cataluña que, en sus conquistas por Nápoles,
Sicilia y Grecia, llevaba con su civilización el idioma. En Nápoles, las
lenguas oficiales eran el catalán y el castellano y en Atenas recientemente han
sido descubiertas actas redactadas en catalán.
Afirma que Cataluña no
es nación, pero que por el hecho de haber tenido vida propia puede llamarse
nacionalidad y tiene derecho a un Gobierno propio, a sus fueros y derechos que
fueron expresión de su vida interna y que no le fueron impuestos por nadie
extraño. Agrega que Cataluña cometió un error pidiendo el Estatuto, porque
mientras pedía al Gobierno una cosa que se le otorgaba, tenía el derecho a
exigir una casa propia: los Derechos y los Fueros, que no se los dio nadie,
sino que fueron creados por las propias regiones.
Termina refiriéndose a
las relaciones de Cataluña con el resto de España, entendiendo que debe existir
un órgano de unidad y diciendo que hay, que salvar la Cataluña tradicional,
salvando a la par el sentimiento ancestral patriótico español complemento
indispensable del patriotismo catalán. Cataluña será tan catalana como sea
española, y España será tan española como ame a Cataluña
El señor Pradera fue
largamente aplaudido al terminar su disertación y en ocasión de algunos
períodos de la misma.
Terminado el acto el
señor Pradera fue obsequiado con un banquete qué se celebró en el Casino.
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