ATRACO EN TARRASA
Dos cobradores de la
casa Humet Hermanos, fueron atracados.
LA PRIMERA NOTICIA
Ayer al mediodía comenzó a circular por Barcelona la noticia
de que en Tarrasa se había cometido un atraco, ignorándose, de momento, la
forma en que se cometió el hecho y la cantidad que se habían llevado los
atracadores.
CINCO MIL PESETAS PARA
EL PAGO DE JORNALES.
Parece que ayer, alrededor de las once y media de la mañana,
dos cobradores de la fábrica de tejidos Humet Hermanos, de Tarrasa, salieron
del despacho de la misma, instalado en la Plaza del Doctor Zamenhof, número 7,
con dirección al Banco Comercial de Tarrasa, situado en la calle de San Jaime,
número 26, con objeto de retirar de la cuenta corriente de los señores Humet
Hermanos, la cantidad de cinco mil pesetas para pagar el semanal de los
obreros.
A la hora mencionada, los cobradores aludidos retiraron la
cantidad citada, que iba distribuida en billetes, plata y calderilla, para
hacer más factible el pago.
TRES DESCONOCIDOS SOBRE
LA PISTA.
Los dependientes desde el Banco Comercial de Tarrasa se
dirigieron a pie hasta la fábrica de los señores Humet Hermanos, situada en la
calle de la Igualdad, número 49, lugar que acostumbra a estar poco frecuentado.
Cerca de la puerta de la fábrica se dieron cuenta los dependientes de que eran
seguidos por tres individuos desconocidos.
Antes de ganar la entrada, los desconocidos, que empuñaban
sendas pistolas, se acercaron a los dependientes y, amenazándoles con las armas,
les obligaron a meterse dentro de un automóvil que se hallaba parado en
aquellas inmediaciones. Inmediatamente, uno de los malhechores empuñó el
volante, emprendiendo el coche veloz carrera.
EN PERSECUCIÓN DE LOS
FUGITIVOS
Alguien se dio cuenta del forcejeo habido entre los
dependientes y los malhechores, al obligar éstos a aquellos a ocupar el
automóvil, y temiendo fundadamente que se tratase de un acto delictivo, dieron
voz de alarma, saliendo a la calle gran número de obreros de la fábrica donde
los dependientes prestan sus servicios.
Al propio tiempo se avisó a la Comisaría de policía,
iniciándose seguidamente la persecución de los fugitivos, pero éstos habían
alcanzado ya gran distancia y, por lo tanto, no pudieron ser alcanzados por sus
perseguidores.
EN LA FÁBRICA HUMET
HERMANOS
Pocos detalles nos facilitaron en la fábrica de referencia,
por cuanto cuando salieron los obreros a prestar auxilio a los atracados, ya se
había desarrollado el suceso que han reconstruido aproximadamente en la forma
relatada.
Nos dijeron allí que los dependientes que han sido objeto del
atraco, llevan muchos años de servicio en la casa y son muy apreciados por sus
compañeros.
En el momento en que hemos hablado con los encargados de la
fábrica se nos ha manifestado que nada se sabe del paradero de los atracados.
EN EL JUZGADO DE
GUARDIA
Los atracadores se dirigieron al llegar a Barcelona a la
calle de las Cortes, frente a la Plaza de Toros Monumental, donde se apeó uno
de los dos malhechores, continuando el otro junto con los atracados y el chófer
su marcha hasta la calle de Salmerón en donde el otro atracador desapareció.
El chófer y los dos dependientes de la fábrica Humet
Hermanos, se han presentado al Juzgado de guardia denunciando el hecho.
Los dos dependientes se llaman Luis Ballbé y Esteban Humet y
el chófer Ramón Cortinas, y el taxi es de la matrícula de Molins de Rey.
LA VERSIÓN OFICIAL Y LO
QUE DICE EL DELEGADO GENERAL DE ORDEN PÚBLICO.
Anoche, a las nueve, al recibir el señor Duelo a los
informadores les hizo entrega de la siguiente nota relacionada con el hecho que
dejamos reseñado.
“Inspirado en el mismo espíritu de justicia con que en otras
ocasiones me he complacido, publicando, en términos elogiosos, loables y
necesarias cooperaciones de ciudadanos conscientes de su deber de colaborar
virilmente a la difícil labor de las autoridades encargadas del mantenimiento
del orden público.
Del hecho se me da cuenta en el siguiente parte oficial, en el
que, como es natural, se dan por buena sin comentarios ni enmiendas, la declaración
del chófer Ramón Cortina:
“Atraco a la casa Humet Hermanos, de Terrassa. ─Hacia las
diez y cuarto de la mañana se presentaron dos sujetos de Molins de Rey y
alquilaron un taxi de Ramon Cortina Soler, que vive en la calle del Doctor
Barraquer, sin número, ajustando en siete pesetas un viaje a San Andrés de la
Barca. Antes de llegar a este pueblo, sacando pistolas, le obligaron a ir a
Tarrasa, colocándose uno al lado del conductor, entrando así en el pueblo,
donde después de dar algunas vueltas, atracaron a los dependientes de la casa
Humet Hermanos, Lluís Ballbé Astals, de 59 años, y Esteban Humet Muxí, de 17, años
que, poco antes de llegar a la fábrica en la que están empleados, llevando unas
5.600 pesetas para el pago del semanal, obligaron a subir al coche en cuestión,
el que arrancó seguidamente sin que apenas le viera persona alguna, hacia
Barcelona, en la que entró por San Andrés, después de haber pasado por
Sabadell.
En este recorrido, uno de los atracadores permaneció siempre
junto al chofer, y el otro despojó a los dependientes de todo el dinero que
llevaban. Al llegar a la calle de las Cortes, junto a la plaza de toros
Monumental, se apeó el atracador que había efectuado el despojo, que iba dentro
del coche, y, en el Paseo de Gracia, inmediaciones de la calle Salmerón, el
otro, que había ido todo el camino al lado del chofer amenazándole. El primero
que se apeó fue el que se llevó el dinero. Tomando seguidamente un taxi. El
segundo echó a andar a pie hacia la calle de Salmerón, después de haber hecho
tomar al chofer un billete de cincuenta pesetas. Seguidamente y en el mismo
coche, los atracados se dirigieron a la Delegación General de Orden Público a
presentar la denuncia correspondiente.
Señas que facilitan de los malhechores: Los dos, como de unos
treinta años, hablando castellano, pero con un acento que les pareció
valenciano; uno muy rubio, con lentes, que fue el que se apeó en Salmerón; el
otro, menor rubio, de estatura y proporciones regulares los dos.
Yo si quiero hacer destacar que la cobardía de que ha dado
muestra el chofer Cortina, aun en el supuesto de que sólo haya cooperado al
atraco por falta de virilidad y de civismo, es censurable, manteniendo durante horas
en las que hace su coche una parada para tomar gasolina, se cruza en la
carretera con una camioneta ocupada por individuos de la guardia civil, recorre
varias calles de Tarrasa, se verifica el atraco con intervención indudable de
los dos atracadores, aunque diga otra cosa Ramón Cortina, tratando de
justificar un pánico que no le consiente en todo este tiempo dar una voz, ni
hacer un ademán en solicitud de ayuda y amparo, toma n su coche a los dos
atracados, a los al fin deja en la entrada de Gracia, cuando los atracadores
abandonaron el coche llevándose lo robado.
Insisto en lo que digo al comienzo de esta nota: una cobarde
tan extremada se trueca en un acto censurable, merecedor de publicidad y de
castigo, al convertir al cobarde en cómplice, por omisión, de unos atracadores
vulgares.
El celo con que las autoridades velamos constantemente, sin
regatear esfuerzo, ni esquivar riesgos, a proteger vidas y haciendas de los
ciudadanos, obliga a éstos a cooperar a esta viril acción, de vigilancia, y
amparo, con una colaboración que si no exige en todas las ocasiones y a todos
llegar a la heroicidad, si obliga a mostrar siempre una cantidad mínima de
dignidad y hombría”.
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