miércoles, 16 de octubre de 2019

La Vanguardia, Edición del domingo, 09 febrero 1936, página 10


Tres desconocidos, pistola en mano, se apoderan de unas cinco mil pesetas que llevaban dos cobradores.

Esta mañana se cometió en ésta un atraco, del que fueron víctimas dos dependientes de una fábrica en el momento que transportaban cierta cantidad en metálico para el pago de los jornales.

Según hemos podido averiguar, alrededor de las once y media de la mañana dos cobradores de la fábrica de tejidos Humet Hermanos salieron del despacho de la misma, instalado en la plaza del Doctor Zamenhof, número 7, con dirección al Banco Comercial de Tarrasa, con objeto de retirar de la cuenta corriente que tiene dicha firma comercial la cantidad de cinco mil pesetas, destinadas al pago del semanal a los obreros empleados en aquella fábrica.

Los cobradores mencionados retiraron aquella cantidad, que estaba distribuida en billetes de cincuenta y veinticinco pesetas, plata y monedas de cobre, para facilitar el pago.

Una vez tuvieron contado el dinero, los dos cobradores se dirigieron a pie a la fábrica; de los señores Humet, instalada en la Calle de la Igualdad, número 40, lugar que acostumbra a estar poco frecuentado. Cuando estaban cerca de la fábrica los dos cobradores, se dieron cuenta de que eran seguidos por tres desconocidos, pero ya no tuvieron tiempo de precaverse contra toda eventualidad, y antes de que ganaran la puerta de la fábrica los tres desconocidos, amenazándoles con pistolas, se acercaron a los dependientes obligándoles a ocupar un automóvil que se hallaba parado en aquellas inmediaciones.

Inmediatamente uno de los malhechores puso en marcha el automóvil y desaparecieron.

Seguramente alguien se dio cuenta del forcejeo que sostuvieron los dos dependientes con los atracadores antes de entrar en el coche y dio la voz de alarma, saliendo seguidamente de la fábrica varios obreros, que intentaron perseguir a los fugitivos. Al mismo tiempo se dio aviso a la Comisaría de Policía, pero ya los malhechores habrían ganado mucha distancia para poder ser perseguidos y detenidos.

Los atracadores se dirigieron a toda velocidad a Barcelona, y al llegar a nuestra ciudad pararon en la calle de Cortes, frente a la plaza de toros Monumental. Allí se apearon dos de los malhechores, siguiendo el tercero en el interior del vehículo amenazando a los dos dependientes. Emprendió el auto la marcha hasta la calle de Salmerón, donde se apeó el tercer atracador, desapareciendo. El dinero que sustrajeron a los dos cobradores se lo habían llevado ya los dos atracadores que se apearon en la calle de Cortes. La cantidad exacta de lo robado se hace ascender a cinco mil seiscientas pesetas.

Libres ya de los malhechores los dos dependientes y el chofer del auto, que habían robado anteriormente, se dirigieron al Juzgado de guardia de esa capital, donde denunciaron el hecho en la. forma que lo hemos relatado

— Corresponsal.

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