jueves, 8 de febrero de 2018

El Diluvio, Edición del dimecres 5 de septiembre 1934, página 17

Han sido denunciados a la Comandancia municipal nueve jóvenes egarenses por haberse aficionado al deporte de destruir faroles del alumbrado público.

Debido a una denuncia al cabo de seguridad señor Jorge Albert, pudo detenerse a un individuo llamado Manuel Molina Sánchez, quien desde hace tiempo se presentaba como agente de policía del Estado.

Según informes particulares, este individuo hacía proposiciones a ciertos ciudadanos que, mediante determinada cantidad, entrarían a formar parte del cuerpo policíaco.

Conducido a la Comisaría y registrado, se le ha ocupado documentación completa a dos nombres. Pedidos antecedentes a la Comisaría de Orden Público, han servido para identificar a un peligroso timador.

La detención se llevó a efecto en la Estación de los Ferrocarriles de Cataluña, siendo practicada, como hemos dicho, por guardias de seguridad.

Trabajo intensivo tuvieron los médicos de guardia del Dispensario municipal durante los dos últimos días. Los accidentes fueron numerosos, de cuya larga lista anotamos los siguientes:
El muchacho de trece años José Andreu, con domicilio en el número 159 de la calle Roca y Roca, de heridas en la nariz y vientre producidas por un perro que le mordió en la vía pública.

Otro muchacho de diez años, Juan Hernández, domiciliado en la calle de Santa Magdalena, 34, de herida contusa en la pierna izquierda, producida al caerse con un hierro.

Salvador Porreu de 46 años, domiciliado en Barcelona, de herida de arma de fuego en la palma de la mano izquierda, recibida en las inmediaciones de Les Fonts, sin poderse explicar de que manera sucedió.

Antonio Bisbal de 23 años, habitante en la carretera de Martorell, 104. Presentaba una herida penetrante en la mejilla derecha.

Otro perro mordió al niño de dos años Francisco Hernández habitante en la calle de Salvá.

Manuel Vitriá (a) “El Lleida”, de 23 años, habitante en la calle Viñals, 141. Sufría herida en el rostro producida en una contienda sostenida en el baile de la terraza del cine Doré.

Según parece el Vitriá quiso imponerse por “bemoles” y resultó con una lección de “Música”.

Por la guardia municipal se llevó a cabo la detención de un individuo que de un tiempo a esta parte vivía a espaldas a pacíficos ciudadanos a los cuales atemorizaba con sus bravatas.

Este sujeto había resuelto el problema de la vida, pero una denuncia ha bastado para aniquilar sus planes de “valiente” profesional.

Una Comisión del Municipio egarense presidida por el alcalde se encuentra en Madrid para gestionar importantes asuntos relacionados con la construcción de cinco grupos escolares, los cuales dependen del ministerio de Obras Públicas de la República.


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