miércoles, 28 de febrero de 2018

El Diluvio, Edición del martes 9 de octubre 1934, página 18


LA HUELGA TRANSCURRE PACIFICAMENTE

Antes de las cinco de la madrugada del viernes varias Comisiones recorrían las fábricas, invitando a los obreros del primer turno a que no entraran al trabajo, siendo obedecidos. A las ocho algunas fábricas empezaron el trabajo, habiendo parado momentos después, a requerimiento de las indicadas Comisiones. A las nueve empezaron a cerrar los comercios, siendo el paro general.

Los obreros transitan por las calles en actitud pasiva.

En una de las puertas de la Estación de los Ferrocarriles Catalanes aparecía un cartel que decía: “queda suspendido el servicio de trenes hasta nueva orden”.

El último tren que llegó a Tarrasa fue el de las nueve.

Por la noche no se publicaron periódicos.

NUMEROSAS DETENCIONES

El domingo fue declarado el estado de guerra por el coronel don Emeterio Sanz, que se hizo cargo del Ayuntamiento, deteniendo al alcalde, a los cuatro tenientes de alcalde y a la mayoría de los consejeros, quienes fueron conducidos al cuartel del Buensuceso y de allí a la cárcel.

También fueron detenidos el jefe de la guardia municipal, señor Massachs y el jefe de noche y fueron desarmados y detenidos todos los números de la guardia de asalto que se hallaban en esta población.

Asimismo, fue detenido Mariano Oms, presidente de las Juventudes de Estat Catalá, y muchos elementos conocidos por sus ideas extremistas.

Patrullaban por las calles fuerzas del regimiento de ametralladoras número 24, que cacheaban a los transeúntes e impedían la formación de grupos. La ciudad está tomada militarmente.

A última hora de ayer continuaba la huelga, pero el comercio abrió sus puertas y la población presentaba un aspecto casi normal.



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