Con respecto al estado
del orden público en España, el Sr. De Pablo Blanco dijo que no había habido
alteración alguna.
Había hablado con el
gobernador general de Asturias, quien le había dado cuenta de los últimos
hallazgos de armas y otros detalles de menor interés.
También había
conferenciado extensamente con el gobernador general de Cataluña.
El Sr. Pórtela
Valladares le había leído por teléfono un manifiesto que había publicado y
dirigido a la opinión, en el que levantaba el ánimo del vecindario, no obstante
haber reaccionado cívicamente, con motivo del suceso ocurrido ayer, en el que
resultaron algunos heridos.
—Desde luego—añadió el
Sr. De Pablo—; suceso que no ha tenido la importancia que algunos periódicos le
han dado. El señor Pórtela me ha comunicado que estaban tomadas todas las
medidas para evitar hechos delictivos, pues las fuerzas se encontraban
distribuidas en aquellos alrededores, pero la circunstancia de habérsele
encasquillado una pistola que se encontró en el lugar del suceso fueron motivo
de que no pudiera ser aprehendido ninguno de los malhechores.
En cuanto al otro
suceso ocurrido ayer en Tarrasa, en el que se atentó contra un patrono, que
afortunadamente resultó ileso, la Policía ha logrado capturar al que disparó
contra el patrono, y las autoridades se encuentran muy satisfechas, toda vez
que el sujeto en cuestión es un elemento peligrosísimo.
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