sábado, 4 de abril de 2020

La Vanguardia, Edición del jueves, 18 junio 1936, página 15


En el «Cinema Rambla», de Tarrasa

«DE L'AULA A LA FAULA», un film amateur de largometraje, interpretado por Amadeo Blasi

Si el cinema «amateur» no fuera ya en nuestro país una magnífica realidad, que ha logrado saltar a las primeras páginas de la Prensa mundial, y que cuenta con un público numeroso que sigue ansiosamente su rápido desarrollo, nos hubiera bastado al ver el magnífico aspecto del «Cinema Rambla» —a cuya sesión fuimos especialmente invitados por los organizadores— el mayor de Cataluña, con sus tres mil y pico de butacas, ocupadas por elementos de todas las clases sociales de la industriosa ciudad, amén del numeroso público que no alcanzó localidades y tuvo que repartirse por los pasillos. Claro que la sesión tuvo caracteres de acontecimiento, y sin duda alguna quedará marcada con piedra blanca en la historia del cinema «amateur». «De l'Aula a la Faula», realizada por José Donadeu, Evaristo Moliné y José Girona, con la colaboración de varios elementos de Tarrasa, es el film «amateur» de más largo metraje rodado hasta la fecha.

En esta cinta se narra, magníficamente, por cierto, la original aventura de un joven estudiante de Prehistoria, buen muchacho, pero un poco duro de cerebro y por añadidura miope, que enamorado platónicamente de una bella compañera de estudio, ve con dolor como ésta flirtea con otro compañero de clase, tipo achulado y castigador, que presume de su frescura, de sus largas patillas y de un bigotito a lo Clark Gable, que es todo un poema

Durante una excursión a la montaña, con motivo del fin de curso y después de haber ingerido a más y mejor, dando cruz y raya a Heliogábalo, a Gargantúa y Pantagruel, — ¡oh eterno Rebeláis! — nuestro héroe se queda profundamente dormido y con el comienzo de una laboriosa digestión, surge un sueño estrafalario en el cual, él y sus compañeros, retroceden a la época prehistórica. Se suceden en la pantalla varias escenas interesantes de aquellos tiempos y hace aparición un terrible dragón, que han de matar para bien de todos. Ni que decir tiene que la «bola negra» le toca al joven estudiante, que tras una lucha épica con el feroz monstruo, al que logra dar muerte, queda en tierra malherido. Cuando los compañeros que han presenciado la lucha acuden a socorrerlo, entre ellos la adorada de nuestro héroe, que amorosamente lo acaricia, despierta el buen estudiante a la vida real zarandeado por los jocosos compañeros de estudio, en el preciso momento en que el galán y la joven se besan amorosamente.

El film está bien realizado y su mejor elogio está en decir que no parece una cinta de aficionados. Posee una buena fotografía, un movimiento de cámara perfecto y la toma de ángulos es también siempre admirable. Es de continuidad de lo que carece y también es de ritmo lento. Pero bastarán unos cortes acertados para que el film adquiera un ritmo justo y una continuidad perfecta.

De interpretación es admirable. Amadeo Blasi, protagonista de esta cinta en la que encarna el papel del torpe y desdichado estudiante, realiza una labor interpretativa de la que tendrían que aprender muchos profesionales. Le siguen en méritos y en intervenciones más cortas, el bedel de la escuela, cuyo nombre sentimos no recordar y, José Ullés, que hace un «profesor de Prehistoria» formidable. El resto de los intérpretes, muy bien.

Hemos de hacer constar que, desde nuestra llegada a la vecina ciudad, hasta el momento de abandonarla, ya bien avanzada la madrugada, fuimos solícitamente atendidos por los organizadores.

CARRASCO DE LA RUBIA

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