Desde el domingo
próximo pasado hasta ayer al mediodía, fueron asistidos en el Dispensario
Municipal de esta ciudad, los siguientes ciudadanos heridos en accidentes de
más o menos consideración:
Daniel Llambés,
domiciliado en esta localidad, quien presentaba fuertes heridas en distintas partes
del cuerpo recibidas en el choque que se produjo entre el auto que él mismo
guiaba y un árbol de la carretera de Barcelona. Accidente ocurrido en las
cercanías de la barriada de Can Palet.
Diego Pérez, con
domicilio en la calle del 22 de julio, por sufrir una herida en el rostro
producida por la manivela de un aparato instalado en la feria, que al saltar le
cayó en la mitad de la cara.
El niño de 6 años,
Ramón Gil, habitante con sus padres en la calle Bartrina, 18, que sufrió la
mordedura de un perro en el muslo izquierdo, mientras jugaba ante su domicilio.
Esto de los perros, pronto será una epidemia endémica en esta ciudad.
Teresa Durán, de 43
años, domiciliada en el Pla de l’Ametllera, 118, la que presentaba importantes
heridas a consecuencia del atropello de que fue víctima por el carro número
655, perteneciente a la conocida Agencia Ventayol.
Este caso fue
denunciado al Juzgado correspondiente.
El obrero de la brigada
de cargadores de la estación del Norte, llamado Victoriano Lanuza y Aza, fue
arrollado por un tren mientras hacía maniobras, hiriéndole gravemente en la
cabeza por efecto del trompazo dado por la máquina que lo lanzó fuera de la
vía.
Recogido por sus
compañeros de trabajo, fue trasladado por la ambulancia de la Cruz Roja al
benéfico establecimiento antes mencionado, donde le asistió de primera
intención, el médico de guardia doctor Durán.
El estado del
desgraciado Lanuza, inspira serios temores.
También ha sido
presentada la denuncia correspondiente, al Juzgado.
Una joven de 18 años, cuyos
nombres se ha negado declarar, sufrió ayer por la mañana, un fuerte ataque que
la hizo caer en plena calle.
Recogida por unos
ciudadanos, fue trasladada al Dispensario Municipal sin que nada ni nadie
pudiera reanimarla. Llevada al local de la Cruz Roja, fue convenientemente
conducida al lecho donde volvió en sí al cabo de una hora, marchándose sin que
se lograra saber ni sus nombres ni las señas de su domicilio.
Nuevamente ha sido
nombrado juez municipal de esta ciudad, el que venía siéndolo, señor José María
Sallent y como suplente el señor Juan Sánchez Arbó.
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