lunes, 12 de junio de 2017

El Diluvio, Edición jueves 28 de septiembre de 1933, pág. 17

Parece que el cumplimiento de la ley de vagos que viene aplicándose en la capital resulta de momento perjudicial a las ciudades importantes de su alrededor.

Otro atraco a mano armada se sucedió recientemente.

Cuando se dirigía a su domicilio a las doce de la noche el vecino de la calle del Bruch Florencio Casanova Linares, de 45 años, le salieron al encuentro tres individuos armados de pistolas, que al grito de “¡Manos arriba!” le intimidaron, arrebatándole 51 pesetas.

Verificado el atraco, los autores marcháronse tranquilamente.

Repuesto del consiguiente susto el atracado Casanova, se dirigió a su domicilio, de donde salió seguidamente con su escopeta, persiguiendo a los malhechores, a los cuales dio alcance en las afueras de la población, sin poderles detener, no obstante disparar seis tiros para intimidarles.

La guardia municipal practica las investigaciones necesarias para la detención de los autores del hecho.

De lo sucedido se dio conocimiento al Juzgado.

Agustina Maurí, viuda de Soteras, con domicilio en la calle Salmerón, 25, denunció al Juzgado que en el jardín de su domicilio le fue sustraída una bicicleta, ignorando quien pueda ser el autor del robo.

La guardia municipal practica las oportunas diligencias.

Juan Ignacio Simó, domiciliado en la calle del Vall, 13, denunció a la Comandancia municipal que fue mordido por un perro propiedad del lechero señor Pamies, causándole una herida en una pierna, de la que fue asistido en el Dispensario médico.

El can fue recogido y puesto en observación en el parque de desinfección.

En el Dispensario fue asistido José Rams, de 22 años, que a consecuencia de un choque con la bicicleta que montaba y el camión 24.434 B. conducido por Luis Sallarés, se produjo diversas heridas.

Después de asistido pasó a su domicilio.


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