domingo, 18 de noviembre de 2018

El Diluvio, Edición 26 de junio de 1935, pág. 9


Se han celebrado las clásicas fiestas de verbena sin incidentes dignos de mención. En todas ellas el público ha acudido en extraordinario número, divirtiéndose de lo lindo, sin margear las leyes establecidas por las costumbres.

Con destino a la Biblioteca Técnica Textil la Municipalidad ha adquirido la “Gran Enciclopedia de Química Industrial” de Musprall, editada por Francisco Seix, compuesta de doce volúmenes, más otro de suplementario.

Es, sin duda, una obra magnífica, que se ha de enriquecer extraordinariamente la biblioteca mencionada.

En el cruce de la carretera de Viladecaballs chocaron violentamente dos motocicletas, procedentes una de Olesa y la otra de esta ciudad.

Sus ocupantes sufrieron algunas lesiones, especialmente uno de ellos, llamado Juan Jorba, de 24 años, domiciliado en Olesa, calle de Riera, 49, quien quedó en estado grave.

Fueron conducidos al Dispensario, donde les curaron de primera intención.

Se ha dado cuenta del accidente al Juzgado.

El ciudadano Joaquín Puig Creus, de 26 años, con domicilio en la calle Salmerón, 141, mientras trataba de sacar una caja-jaula de conejos de la azotea de la casa de su vecino, por cambiar éste de domicilio, tuvo la mala fortuna de que se desprendiese la barandilla de la azotea, yendo el infortunado a parar el patio, produciéndose heridas de pronóstico reservado.

Trasladado al Dispensario fue curado provisionalmente y conducido después a su casa.

Ayer, en el cruce de las carreteras de Sabadell ─Matadepera ─Tarrasa, hubo un desgraciado accidente automovilístico de graves consecuencias.

En un coche particular viajaban los ciudadanos egarenses apellidados Durán, Castella y Calsina, este último acompañado de su hijo, cuando, al encontrarse en el punto indicado, se vieron ante un camión que venía por la parte contraria y, queriendo evitar un posible choque, se despistaron, yendo a parar al fondo del barranco que hay en el mencionado lugar.

Inmediatamente se prestó auxilio a los accidentados, trasladándose a esta ciudad, y los facultativos apreciaron a Castella la fractura de la columna vertebral y otras heridas y a Durán profundas lesiones en la cabeza y magullamiento general. Los Calsina salieron ilesos.

El señor Castella fue conducido a la clínica gravísimamente, habiéndose perdido toda esperanza para salvarle la vida.

El coche quedó totalmente destrozado.


No hay comentarios: