Ya hemos llegado a las
vísperas de la fiesta mayor. Actividad extraordinaria en todas las esferas
ciudadanas egarenses.
Los programas oficiales
rezan, como antaño, sus repiqueos de campanas, oficios solemnes y de difuntos,
fiestas extraordinarias en todos los casinos, sobresaliendo el tradicionalista
y el católico…
Como antaño, los actos
y festivales se desarrollarán con el beneplácito del pueblo.
Como se temía, ha
dejado de existir uno de los heridos del accidente automovilístico de que dimos
cuenta días atrás a nuestros lectores, llamado Antonio Castellá Jover,
industrial guarnicionero establecido en la calle de Francisco Maciá.
¡Descanse en paz!
El niño de un año Dio
Onivea hubo de ser auxiliado en el Dispensario de quemaduras en la pierna
derecha producidas por haberle caído agua hirviente en un momento de descuido
de sus mayores.
Un individuo de humilde
aspecto intentó suicidarse, pretendiendo lanzarse desde lo alto del puente
existente en el paseo de García Hernández, fracasando por la enérgica intervención
de unos ciudadanos que casualmente pasaban por el lugar mencionado.
Sin embargo, en un
momento de descuido de sus salvadores se dio varios tajos con una navaja en la
muñeca y antebrazo al objeto de producirse la muerte por sangría, lo que pudo
evitarse, quitándole el cuchillo.
El citado individuo
desapareció sin visitar ningún centro benéfico. Lo que ha hecho imposible saber
su identidad.
Ayer llegaron dos niños
más de la última expedición que llegaron de Asturias, los cuales han sido
recogidos en las casas de dos republicanos honradísimos.
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