A la ciudadana Milagros
Peris, domiciliada en la Carretera de Martorell, 214, le timaron 2.500 francos
por el tan conocido procedimiento de las misas.
El “negocio” se efectuó
en plena Rambla de Egara.
Ayer por la mañana
prestó declaración ante el Juzgado de Instrucción de esta ciudad el jefe de la
sucursal que el Banco Catalán Hipotecario tiene establecido en Tarrasa.
Parece que las
diligencias citadas obedecen a la tramitación que del curso de la tan sonada
suspensión, viene llevando a cabo el Juzgado de esta ciudad.
Se ignora en absoluto
los extremos de la declaración del ex alcalde gestor, señor Francisco
Llongueras, que, como es sabido, es el director de la sucursal egarense del
Banco suspendido.
Mientras efectuaba un
reconocimiento de la cárcel de ésta el jefe de la misma, señor José Gascón,
quien iba acompañado de otro empleado, dióse cuenta que algo sospechoso había
detrás de una puerta que se halla en el patio.
Efectivamente, no se
engañó el citado señor, ya que una vez abierta la puerta de referencia, se vio
en la pared un enorme boquete por el cual se habrían fugado, sin duda, durante
la mañana siguiente todos los presos en la mencionada cárcel.
Avisada la brigada
municipal, ésta se trasladó inmediatamente al sitio de referencia, reparando
rápidamente la pared.
Dos individuos de los
presos han sido incomunicados en celdas de castigo por creérseles los autores
del Planeamiento de la fuga.
Marcos Sallarés, de 59
años, con domicilio en la calle de Pi y Margall, 192, fue víctima de una
agresión un tanto extraña.
Cuando el citado
ciudadano se dirigía a su casa, al cruzar la Rambla de Egara y calle de
Arquímedes, dos jóvenes, al parecer novios, que iban estrechamente enlazados,
se les acercaron, y al estar junto a su lado, el joven cogió la solapa de la
americana del Marcos, diciéndole “Escuchadme”.
El Sellarés creyóse se
trataba de un atraco y, agachándose, huyó, pero no había hecho muchos pasos
cuando sonó un disparo que le hirió en la cabeza.
La pareja de marras
desapareció instantáneamente, mientras unas personas que cruzaban la calle
recogieron el herido y en un coche lo trasladaron al Dispensario Municipal, en
cuyo centro se presentó la guardia civil, que tomó declaración al herido.
Se ignora quién pudo
ser el agresor.
Ayer al mediodía, el
muchacho de 13 años llamado José Valls, con domicilio en la calle de San
Quirico, 22, 2º, que salía del Centro Social, cruzó la calle Fuentevieja, sin
tener en cuenta que tenía un coche a poca distancia, el cual a pesar del
frenazo, le dio un violento golpe lanzándolo sobre la acera.
Recogido por el mismo
auto, fue llevado al Dispensario, donde le asistieron de una importante herida
en la cabeza y contusiones en las rodillas.
Después de curado de
primera intención, fue trasladado al accidentado a la Clínica del Seguro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario