miércoles, 21 de noviembre de 2018

El Diluvio, Edición 3 de julio de 1935, pág. 1


De la suspensión de pagos del Banco Catalán Hipotecario

LA COMISIÓN DE ACREEDORES

Esta entidad, que fue nombrada en la asamblea del teatro Alegría de Tarrasa, prosigue sus gestiones a fin de englobar todas las reclamaciones formuladas por los imponentes del establecimiento de crédito recientemente declarado en suspensión de pagos en circunstancias algo anómalas.

Los perjudicados parecen decididos a defender por todos los medios sus intereses. Trátase de gentes humildes a quienes, cuantos a ello estén obligados, deben acudir en su ayuda y protección.

EL DILUVIO, conforme lo ha prometido personalmente a los interesados, les prestará su decidido concurso.

TRISTES EPISODIOS

En Tarrasa hace doce años que el jefe de una familia de condición humilde se suscribió a una póliza de constitución de capitales. Anualmente todos sus ahorros los dedicaba al pago de dicha póliza.

Murió el pobre hombre ha cinco años y ahora su hijo, Juan Marsol, próximo a ingresar en el servicio militar, solicita el cobro de la póliza, que su padre destinaba para librarle del servicio de las armas, y se encuentra el joven con que no puede serle satisfecha a causa de la suspensión de pagos del Banco Catalán Hipotecario.

Casos como este regístranse muchos en Tarrasa.

He aquí otro hecho lamentabilísimo. Francisco Segalá, de Tarrasa, de 79 años de edad, y su esposa tenían una póliza de constitución de capitales, efectuando así un ahorro que les hiciese más llevadera la vejez.

Como tienen un hijo, honrado y trabajador, tal vez les sería ahora menos dura la pena porque pasan. Pero el joven hace unos dos meses que tuvo que ingresar en una casa de curación por sufrir trastornos mentales. Y ahora los dos ancianos se encuentran con el hijo imposibilitado y sin poder cobrar el importe de la póliza suscrita en el Banco Catalán Hipotecario. A estos dos infelices no les queda otro remedio que ingresar en un asilo.

Podríamos referir otros casos semejantes, pues el mayor número de los perjudicados por la suspensión de pagos de la susodicha entidad bancaria son de condición modestísima.

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