LA EXPLOSIÓN DE ANOCHE.
A las 10’35 de ayer noche un fuerte y seco estampido
aumentado por el eco y el silencio del momento sembró el pánico al vecindario
de la ciudad y alrededores.
Las gentes asomadas en balcones y ventanas preguntábanse la
causa del estruendo. Los que en aquella hora estaban levantados se congregaron
en las calles y plazas con el estupor en el rostro. Los más ansiosos de
noticias se dirigieron directamente al Ayuntamiento, donde también se ignoraba
lo ocurrido. A las once menos cuarto una llamada telefónica desde la “Masía
Freixa” solicitando la asistencia de la autoridad, hizo dirigir nuestros pasos
a la citada propiedad del final de la calle Volta.
Uno de los primeros que llegó al lugar del suceso fue nuestro
particular amigo el sargento de infantería de complemento don Domingo Domingo,
el cual, acompañado del vigilante nocturno del barrio, dio una batida por
aquellos alrededores, sin resultado.
Seguidamente acudieron fuerzas de la guardia civil, policía y
guardia municipal que examinaron el lugar donde había sido colocado el artefacto,
comprobando que se trataba de un cartucho de alarma, que al explotar había
incendiado unas cañas secas.
El autor o autores del hecho, según las huellas, saltaron el
muro de la parte trasera de la propiedad, colocando el cartucho en medio del
jardín, lo que más cerca que pudieron del chalet vivienda del industrial don
José Freixa, a unos treinta metros del edificio, suponiéndose no se acercaron
más gracias a las luces exteriores que le circundan.
Según varias versiones oídas en el lugar del suceso parece
que el señor Freixa tiene un conflicto pendiente con obreros de su fábrica,
pertenecientes al ramo de Industrias Textiles, cuya solución debía discutirse
hoy.
Hasta altas horas de la noche una enorme multitud se congregó
delante de las puertas de la Masía, estando los señores Freixa acompañados de
las autoridades, amigos y periodistas, que se felicitaron de que el reprobable
hecho no tuviera consecuencias graves.
RIÑA.
A primeras horas de esta tarde, procedentes de la capital u
para tratar asuntos de negocios, visitaron el establecimiento de confitería y
pastelería que tiene instalado el señor Obiols en la calle Quemada, J. Teixidó
Gual, vecino de Badalona, que vino junto con otro señor, actuando ambos como
representantes de la casa donde prestan sus servicios. Los visitantes no
pudieron ponerse de acuerdo con el propietario del establecimiento, iniciándose
una discusión violenta que degeneró en riña, resultando los contendientes
heridos y contusionados.
Advertida la policía y la guardia municipal de lo que ocurría
acudió al lugar del suceso restableciendo la paz y acompañando a los que
resultaron contusionados al Dispensario, siendo apreciadas a Francisco Obiols
una herida inciso contusa en el ángulo del ojo derecho, y contusiones diversas
en distintas partes del cuerpo, y a Juan Teixidó, distinción del dedo pulgar de
la mano izquierda y heridas contusas en la pierna izquierda.
La policía ha prestado la correspondiente denuncia al
Juzgado.
DENÚNCIA DE UN ROBO:
Ayer, José Vilaplana, se personó en la Comisaría local de
policía de esta localidad, para denunciar que a las 11 de la noche del pasado
miércoles, mientras su esposa se encontraba en la cocina de su casa, Bajo
Plaza, 29, ocupada en sus quehaceres domésticos, le pareció advertir unos
ruidos extraños en el piso superior; un poco alarmada abandonó la cocina para
averiguar lo que sucedía, encontrándose al dirigirse a la escalera que conduce
al piso superior, que en aquel preciso momento franqueaba la puerta de la casa,
un desconocido, llevando un gran bulto debajo el brazo y al verse descubierto,
escapó por la calle Bastard. Temiéndose la esposa del Vilaplana lo que había
sucedido subió a las habitaciones del primer piso, pudiéndose en seguida darse
cuenta del hecho. El desconocido era un ladrón que había desvalijado los
muebles, apoderándose de varias prendas de vestir, de algunas joyas y de una
cantidad en metálico, siendo el valor de lo robado en conjunto, de unas mil
pesetas.
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