La dependencia
mercantil acuerda ir a la huelga si no son aceptadas las nuevas bases de
trabajo
Anoche, en el Gran Price, celebróse la asamblea convocada por
las entidades que forman el «Frente Único de Trabajadores Mercantiles» y
«Centre de Dependents del Comerç i de la Industria», para tratar de la
tramitación y estado actual de la discusión de las nuevas bases de trabajo
presentadas por los dependientes de la venta al mayor, detall y ramo de la
alimentación.
El local llenóse por completo. La presidencia estaba
compuesta por Carlos Vilella, como presidente; José Arquer, como secretario;
Pedro Aznar, Francisco Albiol, José Castells, Joaquín Mesa, Goira Soler, Ángel
Álvarez y Juan Aine, del Comité de bases, y Barbera, Gutiérrez, Mendoza y
Fernández, en representación de las entidades.
Previas unas palabras del presidente de la asamblea, Jorge
Arquer, secretario de la asamblea y del F. U. T. M., dio cuenta de la forma en que
habían quedado redactadas las nuevas bases, después de los acuerdos recaídos en
las últimas reuniones de las entidades obreras, y de la gestión llevada a cabo
para la presentación de las mismas.
Entre las peticiones contenidas en las nuevas condiciones de
trabajo, se pide el establecimiento de unos sueldos mensuales que oscilan entre
ciento veinticinco pesetas a quinientas, con un aumento de diez pesetas
mensuales por cada año que lleve el dependiente prestando sus servicios en una
misma casa, hasta seiscientas pesetas; semana de cuarenta horas de trabajo, a
razón de siete por día; jornada intensiva de seis horas en los meses de verano;
establecimientos de plantillas en los comercios y despachos; creación de carnet
profesional, de una Caja contra el paro forzoso y otra de compensación
familiar; salarios del mayor y garantías de seguridad en el trabajo.
A continuación, hizo uso de la palabra el diputado don Pedro
Aznar, en representación del C. A. D. C. I., quien además de explicar las
incidencias ocurridas en la tramitación de las bases, coincidió con el anterior
orador en la conveniencia de plantear la huelga general en el ramo mercantil.
Dicha afirmación estaba basada en el criterio de que, después de haber
presentado las bases a las entidades patronales y al Jurado mixto para su
discusión y aprobación, los patronos habían contestado que, antes de dar su
conformidad, convenía consultarla; las cuarenta y cuatro entidades patronales
afectadas por las nuevas condiciones de trabajo, y que, por lo tanto, no cabía
esperar ya que ello significaba la no aprobación de las bases de referencia.
Se propuso que el mismo tiempo que se presentaran las bases a
la consejería de Trabajo, se acompañaran del oficio de huelga para el día 18 de
los corrientes.
A continuación, se entró a la discusión del segundo orden del
día, que era el de la necesidad de plantear la huelga del ramo en la fecha
indicada, en caso de que antes no fueran aprobadas las bases.
En la discusión intervinieron los asambleístas Albiol, Soler,
Cots, Belt, Asprer, Rovira Álvarez, Vila, Luqui, Maimó, Martí, Mateu y otros,
todos ellos en representación de varias especialidades del ramo, y coincidiendo
en afirmar la conveniencia de que se declarara la huelga el día fijado.
En el transcurso de la discusión Jorque Arquer y Carlos
Vilella, dieron cuenta de que la Asamblea celebrada por el Centro de
Dependientes del Comercio y de la Industria de Manresa, y de la dependencia
mercantil de Tarrasa, respectivamente, se había acordado por unanimidad ir a la
huelga el día 18 de los corrientes, si los patronos no aceptaban las bases
acordadas.
El presidente preguntó a los asambleístas si, después de los
discursos pronunciados, se acordaba ir a la huelga. Los reunidos, unánimemente
contestaron que sí, dándose repetidos vivas a la huelga, seguidos de aplausos.
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