TARRASA
Sindicato Único del
Ramo de Construcción
En la última reunión, celebrada en el Cine Doré el día 30 de
agosto último, el Ramo de la Construcción marcó su posición en el sentido de
colectivizar toda la producción y demás actividades del mismo, con la incautación
de todos los centros de producción, en aras del bienestar colectivo.
La Revolución está en marcha, y no seremos tan insensatos que
por ridículos sentimentalismos nos dejemos arrebatar lo que tantos años de
persecuciones y sangre nos ha costado; la Revolución triunfante avanza con
pasos gigantescos y nada ni nadie podrá detener su espíritu creador y fecundo.
El proletariado, consciente de su fuerza basada en la unión y
cada día más compenetrados los unos con los otros, vencerá a todos los enemigos
que se interpongan en su camino.
No queremos más burgueses ni más servilismo; queremos hombres
libres y conscientes; se terminaron para siempre los zánganos de la sociedad,
los chupadores de sangre obrera. El que quiera comer tiene que ganarlo; y al
que no quiera trabajar hay que extirparlo lo mismo que se extirpa la mala
hierba.
Y en cuanto a los burgueses, los que se hagan dignos de ello,
les daremos entrada en nuestras filas, abriéndoles los brazos; la gran familia
productora no sabe de rencores cuando la ofensa o daño a ella causando no
sobrepasa los límites que la razón aconseja perdonar.
Y así todos unidos, hombro con hombro, las manos entrelazadas
y el corazón rebosante de amor fraternal y humano, labraremos la senda que
marque a los demás países del mundo la conducta a observar; una vez conseguido
nuestro objetivo, la humanidad toda, rindiendo tributo a la hasta hoy llamada
civilización, llena de optimismo y de fe en lo futuro, alargará las manos por
encima de las fronteras en un gesto amplio de hermandad para edificar sobre las
viejas ruinas del pasado, la nación única de hombres libres. — El Sindicato del
Ramo de Construcción.
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