sábado, 11 de mayo de 2019

Ahora (Madrid). 3/10/1935, página 11.


EL TREN DE TARRASA CHOCA CON UNOS VAGONES EN LA VIA ENTRE LAS FONTS Y RUBÍ, Y DESCARRILA

Del accidente resultan veinticinco heridos leves y mortalmente herido el conductor

BARCELONA, 2. — En la Jefatura Superior de Policía se han recibido noticias según las cuales el tren que a las ocho de la mañana sale de la plaza de Cataluña con dirección a Tarrasa. de la Compañía de Ferrocarriles Catalanes, cuando se encontraba entre las estaciones de Las Fonts y Rubí descarrila a causa de haber chocado el coche motor con unos vagones que se hallaban en la vía cargados de grava. De resultas del choque, el conductor del tren resultó con gravísimas heridas, falleciendo momentos después. Hay, además, veinticinco heridos, en su casi totalidad leves. La plataforma del coche motor quedó destrozada, e interceptada la vía por lo que los viajeros que van a Tarrasa se ven precisados a hacer transbordo.

Detalles de cómo ocurrió el choque y descarrilamiento

Se conocen nuevos detalles del accidente ferroviario ocurrido esta mañana en la línea férrea de la Compañía de los Ferrocarriles Catalanes entre las estaciones de Rubí y Las Fonts. Por noticias recibidas de Rubí se sabe que el tren compuesto de tres unidades que salió a las ocho de la mañana de la estación de la plaza de Cataluña sufrió un gravísimo percance después de su salida de la estación de Rubí, a las ocho y media. El conductor del convoy, Emilio Canelías, en una recta existente a dos kilómetros de dicha estación, observó que por la misma vía y en sentido contrario, salían de una curva y bajaban a gran velocidad tres vagonetas sin mando cargadas de gravilla.

Con objeto de evitar el encontronazo, el conductor del tren frenó el convoy violentamente e intentó darle marcha atrás, pero al iniciar el retroceso, las vagonetas alcanzaron al tren, produciéndose un violentísimo choque, a consecuencia del cual las dos primeras vagonetas quedaron materialmente empotradas en el coche motor, cuya parte delantera quedó destrozada. La segunda unidad sufrió desperfectos considerables y en el tercer choque se declaró un incendio, que pudo ser sofocado. Numerosos pasajeros del tren resultaron heridos y contusionados, lo que aumentó la confusión de los primeros momentos.

Comoquiera que el paraje donde ocurrió el accidente está bastante solitario, se destacó a un pasajero llamado Pedro Cammany, empleado del Ayuntamiento de Rubí, para que demandara auxilio, Pedro se dirigió a pie hasta una fábrica de cartón inmediata al lugar del siniestro, pero como no encontró teléfono, en una bicicleta que le fue facilitada se trasladó hasta la fábrica de curtidos Tarrats, la más cercana, desde donde telefónicamente solicitó auxilio del Ayuntamiento de Tarrasa. De esta población salió inmediatamente un tren de socorro, compuesto de obreros, médicos, autoridades y material, y se procedió a auxiliar a los heridos y a dejar la vía expedita.

El conductor, muerto, ocho heridos graves y dieciocho leves

El conductor del convoy siniestrado fue extraído cadáver de entre los restos del motor. Resultaron, asimismo, ocho heridos graves, que fueron trasladados al hospital de Tarrasa, donde se les prestó asistencia. Por el momento, se desconocen sus nombres. Otros dieciocho viajeros recibieron leves heridas y contusiones y fueron auxiliados en Rubí y Tarrasa.

A las dos y media de la tarde se normalizó la circulación

A las dos y media de la tarde quedó expedita la vía, habiendo sido remolcados hasta Rubí los coches y vagonetas siniestrados. Los trenes circulan de nuevo con normalidad.

Las causas del accidente

Se ha sabido que el accidente se debe a haberse desenganchado de una grúa el tren de vagonetas instalado en la estación de Las Fonts, donde se llevan a cabo unas obras de reparación. Las vagonetas cruzaron velozmente la estación sin que fuera posible a los empleados de ellas detenerlas ni avisar con tiempo suficiente a la estación de Rubí, por cuanto el tren de pasajeros acababa de salir de esta última.

Se comenta elogiosamente el rasgo de heroísmo del conductor del tren, quien, dándose cuenta de la inminencia de la catástrofe, buscó la única forma de evitarla en vez de salvarse, lo que fácilmente hubiera conseguido tirándose del convoy El cadáver del heroico conductor ha quedado depositado en el cementerio de Rubí.

De Tarrasa sale un equipo de salvamento

Comunican de Tarrasa que al recibirse en esta ciudad la noticia del accidente ocurrido por la mañana en la línea de los Ferrocarriles Catalanes, en la que chocaron un convoy de pasajeros y unas vagonetas, entre las estaciones de Rubí y Tarrasa, se organizó rápidamente el servicio de socorro, trasladándose varios coches ambulancia al lugar del suceso, para recoger a loe heridos más graves, que fueron conducidos a esta ciudad, en cuyos Centros médicos se les prestó asistencia. Gran número de facultativos se presentaron paja curar a las víctimas. Ha n sido asistidos Faustino Abell, de cincuenta y cinco años, natural de Hornos de Teruel, que presentaba fractura de la columna vertebral y otras contusiones de pronóstico gravísimo; Eugenio García, natural de Madrid, de treinta y tres años, habitante en Barcelona, heridas contusas en las piernas, de pronóstico reservado; Adolfo Buxades, de treinta y cinco años, natural de Barcelona, fractura de la pierna izquierda por su tercio inferior, pronóstico reservado; Manuel García, de Madrid, de treinta años, residente en Barcelona, herida contusa en la pierna izquierda, de pronóstico reservado; Juan Torra, de treinta y seis años, de San Cugat, herida en el antebrazo izquierdo, de pronóstico reservado; Pedro Batalla, de veinticinco años, natural de Tárrega, diversas lesiones en la región nasal, pronóstico reservado, y Juan Macla, de cincuenta y dos años, natural de Barcelona, heridas con desgarro en la cabeza y pierna izquierda, de pronóstico grave.

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