ACCIDENTE MORTAL :: SUICIDIO :: ATROPELLOS :: OTRAS NOTICIAS.
A última hora del
sábado el obrero de la casa Jover y Compañía, llamado Pedro Serra, de 24 años,
sufrió un accidente en el trabajo que le costó la vida.
El citado obrero trató
de arreglar la luz eléctrica que había en la máquina donde trabajaba, y como
buscase apoyo en los tubos de la calefacción, sin darse cuenta del peligro que
representaba, al tocar la instalación recibió tan tremenda descarga eléctrica
que murió instantáneamente.
Sus compañeros de
trabajo con gran rapidez cortaron la corriente, tratando de dar auxilio al
infortunado Serra, practicando la respiración artificial, pero todo resultó
inútil.
Avisado el Juzgado,
éste se personó en la fábrica y después de practicadas las diligencias del caso
se ordenó el traslado del cadáver al depósito judicial, siendo cumplimentada
seguidamente por la Cruz Roja.
El desgraciado obrero
trabajaba en dicha fábrica en calidad de temporero, y solamente faltaba media
hora para terminar la jornada que ponía término a su contrato de trabajo.
Aproximadamente a la
misma hora el anciano Agustín Simón Torrents, de 60 años de edad, se encaramó
en el centro del puente del Paseo García Hernández, lanzándose al vacío, ante
el estupor y la imposibilidad de evitarlo de varias personas que por allí
pasaban, tan rápida fue la acción.
Varios ciudadanos
bajaron al fondo, encontrando el cuerpo del desgraciado sin vida, avisando al
Juzgado que en aquellos momentos se hallaba en la fábrica Jover y Compañía
realizando las diligencias por el mortal accidente de que hemos dado cuenta.
Cuando se personó el
Juzgado ordenó el levantamiento del cadáver y su traslado al depósito judicial.
Según nuestros
informes, en los bolsillos de la ropa que vestía el suicida se encontró una
carta que se halla en poder del Juzgado, aunque no hemos podido averiguar su
contenido.
El suicida era muy
conocido y querido en esta ciudad, sorprendiendo su fatal decisión. Sin
embargo, dícese que tenía actualmente las facultades mentales perturbadas.
Cerca de las cuatro de
la tarde del domingo un auto atropelló a la niña de tres años Manuela Murcia,
recibiendo un golpe que la lanzó a regular distancia.
Trasladada al
Dispensario, el médico de turno calificó las heridas de pronóstico reservado.
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