Los anarquistas toman por asalto los Ayuntamientos de Tarrasa y Sabadell.
Evadidos de
Cataluña, dicen que el movimiento revolucionario se extiende por toda la
región.
Nutridos
grupos de anarquistas marchan hacia Barcelona. La mayoría de las comunicaciones
y líneas férreas, están cortadas por los revolucionarios.
Las emisoras
rojas dicen que continúa la perturbación en Barcelona y que la policía ataca a
los grupos anarquistas que oponen seria resistencia. La vida en la capital,
está totalmente paralizada.
Según los
evadidos, los elementos de la FAI no reconocen autoridad alguna y que el
Gobierno se considera impotente para reducir la rebelión.
Los grupos
anarquistas han tomado por asalto los Ayuntamientos de Tarrasa y Sabadell.
Se están
haciendo trincheras y cortando las carreteras, para impedir la entrada de las
fuerzas enviadas por Valencia para sofocar el movimiento.
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