lunes, 31 de mayo de 2021

El Diluvio : diario político de avisos, noticias y decretos: Año 80, no. 120 (21 mayo 1937), pág. 5.

 

LA NUEVA ORGANIZACIÓN ECONÓMICO SOCIAL EN CATALUÑA.

En nuestros artículos anteriores hemos estudiado, aunque someramente, dos de los aspectos primordiales, bajo los cuales es preciso completar la legislación sobre colectivizaciones, en la que ha venido a plasmarse el espíritu que movió a las masas en las jornadas de julio. Uno de ellos era el establecimiento de los Consejos generales de Industria; el otro la creación de la Caja de Crédito Industrial; hoy nos ocuparemos de otro que, si bien no reviste una Importancia tan capital como los anteriores, no por eso deja de ser tan Interesante.

Nos referimos al Instituto de Investigaciones Técnicas, los estudios para la creación del cual, según el prólogo del decreto de colectivizaciones, hace siete meses que se están llevando a la práctica, sin que hasta el presente se hayan plasmado en realidad. Y ello porque a nuestro entender, el Consejo de Economía, que es el encargado de ir completando la legislación sobre materias económicas, ha perdido en gran parte el espíritu que le caracterizaba en sus primeros tiempos, en que la cordialidad entre sus componentes era norma esencial de actuación, y en que se laboraba con un gran sentido de eficacia para dar paso a la política y a la pérdida de tiempo en la discusión de problemas menos importantes, dejando sin atender los aspectos esenciales de la nueva ordenación económica, como los que venimos tratando en estos artículos. Muchos de los problemas en los cuales pierde lastimosamente el tiempo el Consejo de Economía habrían podido ser resueltos por los respectivos Consejos generales de Industria si éstos hubieran sido creados por aquél.

El Instituto de Investigaciones Técnicas, según el prólogo del decreto de 24 de octubre habla de ser "un organismo de investigación y de atesoramiento técnico que pudiera proporcionar a la Industria una mayor eficacia y progreso". Revolución no ha de significar precisamente la destrucción sistemática de todo lo existente; la burguesía ha dejado cosas magnificas que hay que aprovechar, pues como muy bien escribía no ha mucho Diego A. de Santillán, "no se destruye efectivamente más que aquello que se sustituye", y en este aspecto a la nueva economía concierne el aprovechamiento de cuantas instituciones, oficiales o privadas, habla ido creando la burguesía con carácter técnico y asesor para el servicio exclusivo de un grupo de capitalistas, sustituyéndolos por un solo organismo en el cual la ciencia y la técnica sean puestas al servicio de la sociedad en todos sus aspectos y con una orientación y una dirección centralizada.

Hay que fusionar y coordinar los distintos laboratorios, archivos, etc., existentes para darles una mayor eficacia y hacer que cumplan una verdadera función social. Todos los archivos y ficheros de las antiguas organizaciones patronales, tales como los del Fomento del Trabajo Nacional, la Unión Industrial Metalúrgica, las distintas Cámaras Sindicales y aquellos otros de carácter mixto entre oficial y patronal, como los Comités algodonero, lanero y de la seda (con su Colegio Mayor este último), han de ser englobados en el futuro Instituto de Investigaciones Técnicas, asimismo los laboratorios como el titulado Acondicionamiento público de Sabadell y otro similar en Tarrasa dedicados a la industria textil; los de carácter oficial como el Laboratorio General d'Assaigs, de la Generalidad, en cierto aspecto el Instituto Psicotécnico, y, en fin, todos cuantos puedan existir y que en este momento no citamos por no tener a mano los datos necesarios.

Con la fusión de todos ellos, y su mejor aprovechamiento; Intensificando y ampliando su radio de acción, y poniéndolos a la libre disposición de los distintos Consejos generales de Industria y del Consejo de Economía, éstos tendrían en su mano la herramienta mejor para el cumplimiento de la misión que les esta encomendada de ser los dirigentes de la economía catalana en todos sus múltiples aspectos y que completándose con la Caja de Crédito Industrial facilitarla el que la Industria y el comercio, que hasta aquí han venido actuando de una manera caótica e irracional al servicio de los apetitos particularistas de distintos grupos capitalistas o de capitalistas aislados, se convirtieran en un todo homogéneo, lógico y científico, al servicio exclusivo del pueblo, dando con ello un ejemplo al resto de España, e incluso a otros países, que verían en ello el mejor camino para la gradual Implantación del socialismo.

ALBERTO PEREZ

No hay comentarios: